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FONTAR - Caso de éxito
18.02.2015

Buscan generar plantas más tolerantes al estrés ambiental.

El CONICET junto a una empresa de Santa Fe trabajan en la caracterización de un gen que incrementa la resistencia de las plantaciones agrícolas.

La Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, adjudicó un subsidio de $795.000  a través del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR), para el desarrollo de tecnologías que permiten a las plantas ser más tolerantes al estrés ambiental. El proyecto llevado adelante por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el Instituto de Agrobiotecnología Rosario (INDEAR) se encuentra en la etapa de validación de tecnologías adquiridas y la concreción de las pruebas de concepto para el desarrollo de otras nuevas.

El proyecto se desarrolla en un momento en que a nivel mundial existe una alta demanda de productos agrobiotecnológicos que ofrezcan soluciones para obtener una mayor rentabilidad y estabilidad en el sector agrícola. Esto a su vez debería lograrse mediante procesos amigables con el medioambiente que prioricen la eficiencia en el uso de los recursos.

El agua dulce es uno de los recursos más valiosos del planeta y acorde a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), actualmente el 70% es destinado a la agricultura. Según estimaciones, la pérdida global debido a las limitaciones de agua excede los $10.000 millones de dólares anualmente y 168 países se ven afectados por la desertificación, un proceso de degradación de las tierras en las zonas áridas que influye en la producción alimentaria y se ve exacerbado por la sequía. Cabe destacar que estos problemas se agravan si consideramos todas las fuentes probables de estrés, tanto de origen abiótico (sequía, salinidad, temperaturas extremas) como biótico (herbivoría y patógenos).

Es en este contexto, que el proyecto busca incorporar tecnologías para el incremento de la tolerancia al estrés ambiental en plantas de interés agrícola, como la alfalfa y la soja. El desarrollo estuvo a cargo de investigadores del CONICET y de INDEAR, que también aportó equipamiento e infraestructura. La intención fue mejorar estos dos cultivos de suma importancia, pero con distinto propósito: uno debido a su producción de forraje de alta calidad y el otro debido a la multiplicidad de uso de sus semillas.

En cuanto a la alfalfa se decidió incorporar la tecnología HB10, que  provoca cambios en la duración de los períodos vegetativos y reproductivos dependiendo del fotoperíodo y la respuesta al fotoperíodo de la especie en cuestión. Con esta incorporación al cultivo de alfalfa, se espera extender su ciclo vegetativo y la acumulación de biomasa sin pérdida de la calidad del forraje en momentos claves del desarrollo de la pastura. La empresa Bioceres SA tiene una licencia exclusiva de esta tecnología mediante un convenio firmado y vigente con instituciones públicas como el CONICET y la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

En el caso de soja, se incorporó tecnología denominada NUE-WUE (Uso Eficiente del Nitrógeno y Uso Eficiente del Agua, por sus siglas en inglés), asociada a una empresa extranjera. Se diseñó para incorporar la mejora en el uso de dos de los nutrientes más limitantes para la producción agrícola, nitrógeno y agua. El diseño y obtención de los vectores de transformación vegetal, con el uso de las herramientas de la ingeniería genética, fue llevado adelante por la Plataforma de Biología Molecular de INDEAR S.A.

“Este tipo de iniciativas en particular fomenta la interacción de individuos con diferente especialización para alcanzar los objetivos conjuntamente, resaltando y dando lugar a logros grupales más que individuales. En síntesis, estos proyectos promueven la formación de equipos interdisciplinarios altamente especializados”, sostuvo el Dr. Carlos Dezar, investigador y Director del proyecto en INDEAR.

A través de estos avances, se espera brindar a los productores agrícolas una mayor seguridad y rentabilidad en la obtención de su cosecha.

 

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